martes, 17 de noviembre de 2009

Sonrisa de Chesire


¿Se puede decapitar a alguien que no tiene cuerpo?

Aparecer y desaparecer a voluntad es una capacidad de aquella sonrisa que hace aparecer y desaparecer la cordura de una niña, del espectador.

Es la sonrisa de la filosofía perdida en las paradojas ancestrales que no son tan risorios, de la locura no nombrada enmedio de la apariencia de cordura en que se pretende habitar. Sonrisa de Chesire, humor sarcástico porque no podría ser de otra manera; es esa visión extraordinaria de franjas rosas y moradas que la hacen incomprensible para el resto del mundo.

La vida puede ser un juego, los habitantes un juguete; la personalidad es siempre volatil, mas es el único que dice verdad. Alicia no le interesa a esa sonrisa, es la sonrisa la que le interesa al gato y es el gato quien le interesa a Alicia; Alicia es el juguete de la sonrisa del gato. ¡Pobre niña confundida en un mundo de maravillas desastrosas! Pobre gato incomprendido en una sonrisa de franjas, perdido entre el croquet, la reina y la locura de las pasiones humanas desatadas, un filósofo perdido entre sonrisas reflejantes de una locura aparente.

Es la realidad que golpea nuestro rostro de un modo que aunque resulta ineludible, no podemos dejar de mirar con desdén de locura, de la locura racional de la que somos esclavos, ridículo, loco, desatado. Es cuando no estamos acostumbrados a mirar la vida con una sonrisa que resulta más difícil intentar esbozar una en nuestro rostro, sin embargo, son esta clase de personajes los que nos recuerdan que dentro de toda locura hay un poco de sensatez, la cordura no es sino una utopía mal intencionada que funciona como represora de nuestras ilusiones y emociones, sensaciones que juzgamos de locura en una primera lectura en personajes como el gato de Chesire. Lo importante entonces es pensar ¿Quién está más loco? El gato muestra verdades al estilo del arlequín del siglo de oro del teatro español, pero los que lo rodean, como los ciudadanos y el rey no lo entienden. ¿Son los incomprendidos locos? De ser así, yo me considero uno de ellos, pues a veces ni yo entiendo lo que digo, pero sigo sonriendo, sigo pensando en paradojas ridículas para cuestionar mi mundo, para jugar con las Alicias que han caído en mi país de las maravillas.A veces también pierdo la cabeza pensando que el mundo es un juego y a veces también me gusta desaparecer, a veces me gusta ser un gato de Chesire.

No hay comentarios: