viernes, 11 de diciembre de 2009

Una Julieta NO SHAKESPEREANA o "Herodes, un buen padre"


Julieta llora en su habitación, una muñeca de la mano es su compañía, su amiga y cómplice. Se siente aturdida de tanto andar solita por la casa, quiere galletas de animalitos, la manta que extravió aquél día funesto. Dibuja en el piso un amigo meciéndose en un lirio.

Julieta se ha ido, nadie sabe en donde puede estar, ha dejado a su muñeca junto al amigo del patio ¿Por qué la muñeca llora tanto? La vieja casona ha de asustarla ahora que Julieta no la cuida, sin embargo ha encontrado la manta; rota y sucia en un rincón del patio en el que prefiere no estar, quiere a su amiga, se rehúsa a vivir una soledad silenciosa.

Julieta se ha perdido entre la casa y la muñeca con el amigo del lirio se proponen buscarla. Vamos hacia el baño, una pierna ahí está, al lado de una manita fija en un vientrecito frío, la pancita regordeta ha dejado de vibrar, en el agua flota la piernita. Ahora vamos hacia el cuarto a buscar los tres deditos que no estaban en el baño, el otro piecito está recostadito y la cabeza escondida bajo la cama (ha de tener miedo como yo), se ve triste, cansada; seguro hizo otra travesura y su padre la tuvo que regañar. ¡Si, ahí está, que felicidad! Su padre dormidito en el sofá, tiene en las manos un cuento de iluminar y el corazoncito de Julieta, lo tomamos y ya está, no estaré más tiempo sola, tengo a mi amiga, estaremos juntas, como siempre, como nunca, jugaremos hasta hartarnos… pero calladitas porque viene su papá…

Julieta sigue triste, ya no siento el palpitar, pero su papá sigue dormido, sin embargo, Julieta ya no quiere jugar, sólo quiere soñar ¿Qué se sentirá poder volar? Dormiré junto a mi amiga, entre ella y su papá, el cuarto rosa ahora es rojito, pero podremos soñar, soñar que Julieta ríe como no lo hizo ayer, sí, soñaremos mientras el amigo del patio sigue meciéndose en el lirio y su papá nos abrace como abrazó ayer a Julieta.

jueves, 10 de diciembre de 2009

El aplauso de Juanito



A veces quisiera sentir el calor de un aplauso, un reconocimiento, en algunos momentos me gustaría de menos escuchar toser al público… pero no hay respuesta, no hay más que un montón de sombras que como espectros noctámbulos me atacan con miradas bastardas, con indiferencia.

A veces reniego de lo que soy, me gustaría ser otro, de esos que están en medio de la escena y en un gesto resumen la sensibilidad del espectador, identifican con un movimiento simple las problemáticas más internas de la simpleza que es esta existencia mundana.

Pero no soy, no soy de los que están en medio de la escena, soy sólo un político que se volvió político por un golpe de suerte, que al recibir el primer aplauso se mareó e hizo el ridículo frente a los votantes, votantes que no votaron por mí, sino por una protagonista que perdiendo la audición en esta obra, pidió mi lugar y lo cedí, pero no lo entregué del todo hasta que ha sido demasiado tarde, hasta que el ridículo me ha alcanzado.

Es verdad que sentí un aplauso ajeno, es verdad que gocé lo que es ser protagonista… al menos por un instante. Pero cuando uno no es entrenado, cuando no tiene experiencia actoral, sólo puede gozar del aplauso por un instante, mismo que me será eterno mientras abrazo mi estatua, uso mi banda tricolor y le cuento tras bambalinas a quien quiera escucharme que alguna vez hasta quisieron llevar mi vida al teatro político.

Pero no soy, no seré y creo que realmente nunca fui abrazado por ese aplauso… si pudiera sentirlo… tal vez siquiera una vez...un momento... un instante enmedio del aplauso...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Balzac. Un protagonista


Si no quieres que la gente se olvide de ti apenas mueras,
escribe algo que valga la pena leerse o valga la pena
escribirse.
Benjamín Franklin.


A posteriori se crean los protagonistas prácticamente de la nada, desnudos, se visten del estilo del dramaturgo, con letras, metáforas cambiantes que los harán vivir eternamente.

Son las dignidades y riquezas, es Napoleón y sus mariscales, es poner proa con rumbo en el infinito buscando un punto en el destino, encontrar al protagonista es estar en los confines del universo, desnudo de prendas, llenando el espacio con letras.

Seguir el ejemplo de Napoleón; aspirar siempre a lo más alto sin detenerse en lo parcial, no buscar un bastón de mariscal de literatura, sino el cetro del emperador; dedicarse a observar, aprender, penetrar en los bríos que permitan continuar en la batalla de las letras; una ambición que no conoce fronteras, una ambición universal, como la fantasía creadora de la propia mente.

Es escapar del mundo en el que el dramaturgo no quiere vivir, escapar también de su mundo interior y crear uno nuevo en el que quepa lo vivido pero resignificado, re-escenificado. Es estar dispuesto a construirse en los límites de la eternidad sabiendo que no será a ti a quien recordarán, sino a tus personajes y sobre todo al protagonista con el que jugaste a ser “Dios”.

martes, 8 de diciembre de 2009

A ti Prometeo



Ni aún permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar puede el hombre escapar a la sentencia de su destino.
Esquilo


Prometeo,
Prometeo encadenado,
Prometeo acorralado
en una cárcel sin rejas.

Prometeo,
por liberar al humano
dejose morir atado
eternamente azorado.

El hombre
en paga por esa ayuda
olvidó a Prometeo
y siguió su vida absurda.

Y tú,
un poeta que sueña
que le vibra el corazón
hermano hoy te pregunto

¿Conociste a Prometeo
atado y semipodrido
quien por liberar tus letras
eternamente agoniza?

lunes, 7 de diciembre de 2009

De la bifurcación del deseo en un "Juicio Suspendido"


He escuchado mucho que en la vida regularmente hay dos caminos a seguir; uno bueno y uno malo, el problema es que, como todo humano, no sabemos cual estamos tomando sino hasta que estamos ya habitando en él.

Laura, ese es el nombre clave, el nombre que nos muestra un “Juicio suspendido” en medio de la bifurcación de los caminos, un nombre que podría mostrar a cualquiera que exacerba sus deseos a un punto tal que, habitando en él, no sabe si es el correcto hasta que es demasiado tarde.

Laura, una mujer que por el temor de abandonar su deseo, prefiere quitarse la vida antes de sentirse vacía nuevamente, antes que su mundo gire y se detenga en una posición insostenible para su máscara, para sus deseos.

A veces tenemos todo lo que podemos desear y aún así queremos más, siempre queremos más, es por eso que continúa la vida, la búsqueda de la felicidad. En el caso de Laura, busca entretejer su vida cual maraña, porque ahí habita su deseo; en el conflicto, entre dos hombres, cuando uno se va, ella buscará a otro que lo sustituya, aunque éste sea un espectro degenerado.

“Matamos lo que amamos, lo demás no ha estado vivo nunca”, cuando se está tan cerca, uno no puede sostener su máscara, su propia depravación lo lleva de la mano a destruir lo que ama, antes de destruirse a sí mismo, ese semblante que se pone cuando uno duda de que tan feliz se siente con lo que hace.
Hoy no quiero ser Laura, no quiero ser Héctor Mendoza, no quiero morir a manos de mi deseo, prefiero reposicionar, enfrentar y afrontar para realizar las añoranzas y asumir nuevas, hoy pido un reposicionamiento, ese es mi deseo.¿Cual será el verdadero deseo de Laura? Te lo dejo de tarea.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Si soy ¿Y que?




Sólo se necesita un escenario, el escenario vacío será el comienzo, un poco de imaginación y la escena comienza en medio de una nada; la nada que representa un recelo, la historia que comienza podría ser cualquiera, los actores no importan si la expectación está presente.

Una luz, la luz de una mirada absorta en contemplar una historia, en el precipicio del proscenio volcando sus emociones, contemplando una vida que nació de las letras, de la imaginación y el trabajo de personajes que desearon existir en un mundo paralelo, personajes que a menudo resultan más humanos que los que nos preciamos de serlo, sienten, anhelan, sueñan, odian, matan…

Ellos viven sólo en escena, repiten, se repiten eternamente sin temor a equivocarse porque ellos no se equivocan, viven a través del actor que los encarna, sueñan y sienten a través del director que decide la emotividad que ponderarán, se crean a través de un escritor que inspirado por sus propias emociones decide crearlos para vivir a través de ellos, con ellos, sobre ellos, sin ellos…

Y lo acepto, admito ser uno de ellos, producto de un escritor que sin motivo conocido decidió que yo representaría mi papel en éste escenario, sólo él sabe lo que se suscitará, el motivo por el que escribo hoy de él, lo que siento, anhelo, digo y haré será producto de lo que él haya decidido, porque siempre es más fácil culpar a otros de lo que nos mueve, desapegarse de responsabilidades y cumplir con un papel sin tener la fuerza de responder por nuestros actos, pero a veces el mañoso escritor, en su cabecita loca, nos hace tomar esa responsabilidad “a ver que sale” y hoy tomo esa fuerza y digo al mundo ¡Soy un personaje!, uno de los que escribe y describe a otros para sentirse menos creado y más creador, uno que ahora piensa y te hace pensar en lo que digo. Si soy ¿Y que con ello?

viernes, 4 de diciembre de 2009

Yo y mis sombras-personajes



Uno es uno y sus sombras, es el destino que se disfraza de personajes alternados a lo largo de una vida. Serán los dilemas de esta vida lo que nos lleve a que ese uno se enfrente a los otros que lo rodean en su pasado, presente y seguramente en su futuro, serán las huestes de un sentido que quiera darle a la vida lo que me haga resignificarla, re-escenificarla.

Uno elige (a veces a pesar de uno) y necesariamente tendrá que asumir las consecuencias por ese atrevimiento de revelar lo que está detrás de lo aparente, detrás de nuestro personaje en turno; son los personajes los que encierran a ese otro, a ese del que huyo pero no deja de perseguirme, ese que tú lees ahora y ese que imaginas escribiendo estas líneas

¿Es el realismo otra realidad? Sólo sé que hoy soy otro ente que vaga entre personajes difusos que a veces me cuesta recordar, otro con un súper Yo furioso que encarna lo que anhelaba ser hasta a penas hace unos segundos, lo que anhelaba hace unos momentos, horas, días, meses, años… Un super Yo que desearía que me imaginaras como yo me veo, como me imagino esta noche; mi muerte, un sortilegio para desatar instintos, pero es sólo simbólica, pues mi cuerpo deambula por el mundo cargando un nuevo personaje a cuestas, soy otro ente que dentro de una fantasía busca las claves para volar y transformar mi vida, pero sin perder el personaje…

Sí, mi realidad encierra cosas extrañas, por eso me gusta el teatro del absurdo, la lógica no estuvo nunca por mis lares, es un sueño, una realidad alterna de causa y efecto, las fronteras entre lo vivido y lo deseado, nunca fueron tan difusas, aquí, en el escenario, todo es posible.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Bandera Negra




Tensa intensidad
en desorden con el cosmos,
reflexión al andar
entre penas, muerte y sordos.

Muerte en vida,
vida muerta;
un hijo entregado al destino,
sin retorno
al destino incognoscible,
a la inmutable verdad.

Un padre que lo padece
por egoísmo filial
¿Cómo puede ser un hijo
muerto antes que sus ancestros?

Una invitación a actuar
en cuanto llegue el momento,
la intensidad de la verdad
que entrega el sufrimiento
del desconocido anhelo
que el mundo no sea verdad.

Que la verdad aparente
se esfume ya de mi mente
y que la negra bandera
no deje de hondear mi suerte.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mi vida no es un sueño


La fugacidad de la vida y el insensible paso de la realidad al sueño… y viceversa distan mucho de ser una novedad. Plenitud, angustia barroca de existir en un mundo donde no se puede estar seguro de si se sueña o se vive, de que es más importante; tachonar de implicaciones teológicas y razonamientos escolásticos con tesis cargada de moral, de la moral en turno. Al final la victoria de la razón sobre las pasiones parece no ser tan importante; proclama inequívoca de la política de un Dios que juega al rey frente al tirano.

Las metáforas son como los sueños, son anhelos, deseos reprimidos, cosas que están ahí pero no podemos traducir hasta que estamos listos para entenderlas, es por eso que se sueña, que se vive y que se anhela, es por eso que los bastones emocionales son tan importantes.

Soñamos lo que somos, vivimos lo que soñamos y existimos en un espiral sin final que siempre parece estar avanzando a ningún lugar designado, aunque se pueda ver el punto cumbre, siempre es una ilusión, pues tendemos a reposicionar nuestros sueños, a reposicionarnos en la vida, a cambiar de lugar en el espiral. Pero ¿será que estamos viviendo? ¿Vivimos en un sueño eterno? La realidad ahora me es tan ajena como las metáforas de Calderón de la Barca, ajenamente cercanas, tan próximas que dan miedo… "sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza, sueña el que a medrar empieza ,sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo en conclusión, todos sueñan los que son aunque ninguno lo entiende.

YO SUEÑO que estoy aquí de prisiones cargado, y soñé que en otro estado, más lisonjera me vi.

¿Que es la vida? un frenesí ¿que es la vida? una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño y los sueños sueños son."


Sé ahora un ángel de mis sueños, sueña, anhela y avanza en el espiral sin fondo. Muéstrame el camino y te seguiré. Las prisiones de la realidad dejarán de encadenarme en cuanto cruce el umbral que une separando el sueño de la vida, la vida soñada… mi realidad soñada en la vida.

martes, 1 de diciembre de 2009

Me subí a ese tranvía al que llamo Deseo


Yo no quiero realismo, quiero mágia.
Blanche



Realidad, fantasía,
Real vs. Ideal.
La mujer que espera se desespera
en la espera del héroe en caballo blanco.
Stanley Kowalski demandante brutal.

Frágil,
enfermiza neurosis,
chocante a la agresión
que le vivifica y mata,
tratando de no explorar.

Mitch como buen pretexto,
sensible y curioso ser,
enamorado de Blanche:
mujer sin equilibrio
con traumático pasado,
como todas, como nadie.

Melodrama maldito,
deseo pasional que remite
a lo sensual del dolor,
complejos asfixiantes,
decrépito palpitar
de corazón que vivifica
en ese grito: ¡Stella!,

Pero Stella no responde,
se ha perdido en la locura,
entre fantasmas perdidos.

Enfermedades mentales
¿Es el amor una de ellas?

Daba miedo la locura
hasta que la viví en carne,
la violencia y el deseo
a veces son de la mano,
será tiempo de aceptar
lo que queremos vivir
y a quien queremos amar.