Tensa intensidad
en desorden con el cosmos,
reflexión al andar
entre penas, muerte y sordos.
Muerte en vida,
vida muerta;
un hijo entregado al destino,
sin retorno
al destino incognoscible,
a la inmutable verdad.
Un padre que lo padece
por egoísmo filial
¿Cómo puede ser un hijo
muerto antes que sus ancestros?
Una invitación a actuar
en cuanto llegue el momento,
la intensidad de la verdad
que entrega el sufrimiento
del desconocido anhelo
que el mundo no sea verdad.
Que la verdad aparente
se esfume ya de mi mente
y que la negra bandera
no deje de hondear mi suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario