miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mi vida no es un sueño


La fugacidad de la vida y el insensible paso de la realidad al sueño… y viceversa distan mucho de ser una novedad. Plenitud, angustia barroca de existir en un mundo donde no se puede estar seguro de si se sueña o se vive, de que es más importante; tachonar de implicaciones teológicas y razonamientos escolásticos con tesis cargada de moral, de la moral en turno. Al final la victoria de la razón sobre las pasiones parece no ser tan importante; proclama inequívoca de la política de un Dios que juega al rey frente al tirano.

Las metáforas son como los sueños, son anhelos, deseos reprimidos, cosas que están ahí pero no podemos traducir hasta que estamos listos para entenderlas, es por eso que se sueña, que se vive y que se anhela, es por eso que los bastones emocionales son tan importantes.

Soñamos lo que somos, vivimos lo que soñamos y existimos en un espiral sin final que siempre parece estar avanzando a ningún lugar designado, aunque se pueda ver el punto cumbre, siempre es una ilusión, pues tendemos a reposicionar nuestros sueños, a reposicionarnos en la vida, a cambiar de lugar en el espiral. Pero ¿será que estamos viviendo? ¿Vivimos en un sueño eterno? La realidad ahora me es tan ajena como las metáforas de Calderón de la Barca, ajenamente cercanas, tan próximas que dan miedo… "sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza, sueña el que a medrar empieza ,sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo en conclusión, todos sueñan los que son aunque ninguno lo entiende.

YO SUEÑO que estoy aquí de prisiones cargado, y soñé que en otro estado, más lisonjera me vi.

¿Que es la vida? un frenesí ¿que es la vida? una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño y los sueños sueños son."


Sé ahora un ángel de mis sueños, sueña, anhela y avanza en el espiral sin fondo. Muéstrame el camino y te seguiré. Las prisiones de la realidad dejarán de encadenarme en cuanto cruce el umbral que une separando el sueño de la vida, la vida soñada… mi realidad soñada en la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por soñar conmigo y compartir tus sueños actuales. Hasta me siento honrado ja. También me encanta Canderón de la Barca, los sueños enredados en la verdad absolutamente incognoscible y la vida que se escurre de entre los dedos. Gracias por tu blog.

Aquél Orfeo