viernes, 13 de noviembre de 2009

Renunciando a la Historia por enunciar mi historia




En este mundo en donde pasar a la historia se ha vuelto una meta a seguir, se ha desvirtuado severamente el honor de formar parte de una historia, no la de los libros, es la historia de los instantes la que conforma al individuo, el resto es mero narcisismo.

Aquél que abraza la vida del teatro, que es el arte de la vida presente, del aquí y ahora, sabe que ha renunciado a la historia; pues no es a sí mismo, no es su nombre a quien se le reconoce, es el personaje que deja huella en cada espectador, la sensación que transmite provocando empatía o antipatía, “tal vez hacemos teatro para descubrir la presencia que se esconde entre las apariencias de la ausencia que ha descorazonado al mundo”, buscamos reconocernos en el personaje más que ser reconocidos en un libro y si es que por azares del destino, nuestro rostro, voz o incluso nuestro nombre es reconocido más allá de un escenario, entonces habremos obtenido ese “plus” que otorga la popularidad, la masa… que pena tener que buscar esto cuando puedes ser reconocido por tu personaje en el momento de estarlo interpretando, pues el personaje en un inicio no sabe nada de ti y tú que aparentemente sabes a tu personaje, lo conoces totalmente, terminas por desconocerlo cuando éste te reconoce, cuando te muestra tus similitudes con él, tus faltas contigo mismo y algunas veces la miseria del contexto que ambos habitan.

Hablo del reconocimiento mutuo con un ser que aún cuando pudiere no existir, se apodera de tus sentidos, de tu mente, provoca que ese texto que tienes de memoria, deje de ser robótico cuando lo entiendes, cuando tu personaje te entiende. Él no puede existir sin un actor que lo caracterice, que lo “lleve a cabo” pero ¿qué sería el actor si no hubiera personaje que interpretar? A eso me refiero con mutuo reconocimiento; uno no existe sin el otro, cuando entendamos eso habremos entendido el arte de la interpretación. Pero cuando el actor entienda y acepte el tipo de historia a la que quiere pertenecer, entonces habrá bajado el exceso de actores “hechos al vapor” y entonces si, empezaremos a tener arte en los foros.

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