jueves, 19 de noviembre de 2009

Las Miserables



"Amigos míos, retened esto:
no hay malas hierbas ni hombres malos.
No hay más que malos cultivadores."

Victor Hugo

Una alcantarilla, el laberinto de la vida mentada de forma más usual para nuestra época de lo que nos gustaría aceptar.

¿Es Jean Valjean un héroe? La respuesta desde el sentido moral debería ser que si, lo es porque a pesar de querer reformarse de su pasado de ladrón, el “Señor de Magdalena” no puede dejar su pasado, él lo persigue hasta su nueva vida en la que un hombre ha sido culpado por sus actos de lo que Jean era. Jean Valjean es virtuoso y honorable, asume sus responsabilidades aún a pesar de dejar desamparada a una huérfana que prometió a la moribunda madre cuidar y proteger.

Cosette es criada con las monjas, al asumir sus cargos de conciencia Jean, ella queda a cargo de los posaderos Thenardier, de los que prefiero no hablar, pero acepto que son “malas personas” para el contexto de Víctor Hugo.

Jean huirá de la cárcel con la finalidad de reencontrarse con su hija adoptiva y rescatarla de los hermanos Thenardier; cumplir con la promesa que hizo a “Cantina”, la madre moribunda. El punto es que Jean Valjean la rescata y ella se educa en el convento en donde él trabaja como jardinero, durante cinco años transcurrirá una tensa calma en espera de que lo descubran. Mientras tanto Cosette se enamora de Mario de Pontmercy, quien se inmiscuye de tal forma en la Revolución que es (como todo “rebelde” del régimen) encarcelado, es entonces que el virtuoso Jean Valjean resurge como superhéroe para rescatar a su futuro yerno de un injusto enjaulamiento.

Las alcantarillas de París, las mejores amigas de los exiliados sociales, servirán a Jean Valjean para infiltrarse y rescatar no sólo a Mario de Pontmercy, sino como su virtud se lo exige, tratará de sacar a la mayor parte de los presos políticos, por lo que se hace evidente para la “justicia” la falta de presos y se ven rodeados. Una barricada, Mario herido y pierde el conocimiento; una vez más la virtud de Jean ha arrastrado a terceras personas para ponderarse en la imagen que quiere mostrar y mostrar-se a sí mismo.

Javaret, perseguidor de Jean, es también rescatado por Valjean en éste encuentro penoso, porque su virtud así lo sugiere y el policía había sido sentenciado a muerte por los revolucionarios al huír de la barricada. Javaret también es un ser honorable, por lo que prefiere suicidarse en una parte posterior de la obra antes de volver a atentar contra su héroe, entrando en una contradicción de honor de la época, pues era su deber pero también era pago justo por el acto cometido por Valjean “vida por vida”.

Al final Cosette, que ha resultado ser más como un pretexto para ponderar la virtud de Valjean, es alejada de su padre adoptivo por su nuevo marido Pontmercy, entrando en una ambivalencia, pues si bien es muy feliz en su matrimonio, no puede pensar en que ha dejado solo al hombre que ha dado todo por ella, por lo que convence a Pontmercy de traer a su padre a vivir con ellos y así Valjean termina su vida viejo entre el amor de Mario y Cosette.

Ahora con ésta breve sinopsis de la obra magistral de Víctor Hugo, entre las alcantarillas del recuerdo, los laberintos por los que la vida lleva a los personajes en la Revolución Francesa y el amor profesado de Cosette a Valjean y a Mario, me gustaría preguntar algo importante ¿Será que si Cosette no se hubiere criado y educado con las monjas el final hubiera sido diferente?

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.